25.5.11

Me di cuenta, en un miércoles tan domingo (odio cuando hay dos en una semana), que la postergación es el paso previo a la resignación de no hacer o conseguir algo. Uno cree que posterga las cosas por falta de tiempo, y muchas veces es así, pero admitamoslo, otras (y no son pocas) las postergamos porque no vence el miedo a fracasa, o peor aun, la comodidad. En mi caso, hay un poco de las dos. Pero también como que no encuentro el día correcto ¿Que es lo que hace de un día común y corriente, a uno de esos en los que emprendemos algo? Debería, no se, haber una especie de señal a la mañana que te obligue prácticamente a moverte. ¿Sera el frío que a uno lo hace mas inmóvil ante todo? Aunque el calor del verano tiene el mismo efecto. No quiero vivir mi vida postergando, el tiempo no espera, y nadie va a venir una mañana a obligarme. Bah, ¡ese es justamente el problema! que estoy sola en la decisión de moverme.
En fin, repito, odio los días "domingos que no son domingos", creo que son peores que los verdaderos domingos, que al menos en esos estas resignado y preparado psicologicamente para sobrellevarlos. Estos no, te sorprenden con el futbol en la otra habitación y la lluviecita de mierda.

2 comentarios:

Seba Coppola dijo...

Mirá, con el futbol/campaña para la reelección de Capitanich 2011 no te metas que las patotas chaqueñas deben ser más pesadas que las sindicales jajaja

Martin McFly dijo...

a mi no me supo a domingo, no me supo a ningún dia, solo fueron horas...